«España es el país que más avanzado va en el despliegue del Plan de Recuperación», reivindicó ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, que compareció tras el Consejo de Ministros para hacer balance de la marcha del paquete de inversiones y reformas sufragado con las ayudas europeas. Calviño aseveró que 65 de cada 100 euros del gasto presupuestado para este año ya han sido comprometidos a proyectos concretos y que las comunidades han ingresado ya unos 11.000 millones. Del desglose de este último reparto, eso sí, se deriva una asignación muy desigual por territorios en la que Andalucía, Cataluña y Madrid acaparan más del 40% de los recursos.
España, que tiene derecho a recibir hasta 69.500 millones de euros en transferencias directas de la Unión Europea para la recuperación de la crisis del Covid, recibió un anticipo de 9.000 millones en verano y ha sido el primer país en solicitar un desembolso oficial, ligado ya al cumplimiento de 50 hitos concretos, que aspira a ingresar antes de fin de año. Pese a que el desembolso comunitario para el país será de 19.000 millones en el ejercicio, el Gobierno se garantizó en el Presupuesto General de 2021 la posibilidad de adelantar vía deuda un total de 24.000 millones a cuenta del Plan de Recuperación. De dicha cuantía, detalló Calviño, el Ejecutivo de coalición ha autorizado ya el uso de un 73% de los fondos (unos 17.500 millones), que es el primer paso de la ejecución. El segundo estadio, que comporta ya el compromiso concreto de uso del dinero ha sido sellado ya para el 64,5% de los recursos (cerca de 15.500 millones).
Calviño no desveló, sin embargo, la cuantía total que se ha abonado efectivamente, que es la tercera y definitiva fase de ejecución. «No es cuestión de ejecutar todo en un mes», se limitó a manifestar preguntada por el dato concreto, recordando que el Plan de Recuperación comporta actuaciones hasta el año 2026 y que el objetivo es acelerar el ritmo en 2022.
Economía sí que detalló, sin embargo, el reparto territorial de los 11.001 millones de euros comunitarios que han sido ya transferidos a las comunidades autónomas. Por volumen, la región más beneficiada ha sido Andalucía, que ha ingresado 1.887 millones, el 17,15% del monto total asignado a las autonomías. Le siguen Cataluña, con 1.538 millones (el 13,98% de los recursos) y, en tercer puesto, Madrid, con 1.180 millones (10,73% del reparto regional). Entre las tres comunidades acaparan el 41,86% de los 11.000 millones transferidos a los territorios.
El resto de regiones asumen ya, en cada caso, menos del 10% del montante. Destaca por la parte alta la Comunidad Valenciana, con 1.038 millones (9,43% del total). Entre estas cuatro comunidades concentran la mitad de todo el dinero comunitario repartido entre las autonomías. Ya por detrás quedan Castilla y León o Galicia (con algo más del 6% en cada caso); Castilla-La Mancha (5,4%); Canarias, País Vasco (ambas con más del 4%); Extremadura (rozándolo); o Aragón y Murcia (con más del 3%). Los territorios que menos porción de la tarta europea han recibido son Asturias, Baleares (2,6%, en ambos casos); Navarra (1,8%); Cantabria (1,5%) y La Rioja (1%).
El Gobierno detalló que estos recursos irán destinados al despliegue de inversiones en ámbitos de competencia autonómica, entre los que destaca los de vivienda, movilidad sostenible, promoción de renovables, restauración de ecosistemas, renovación de edificios públicos, educación y formación profesional, inclusión y servicios sociales, entre otros. En paralelo, el departamento que dirige Calviño detalla que las entidades locales han recibido otros 3.000 millones de euros a través de distintos reales decretos y órdenes ministeriales de convocatorias de subvenciones públicas.
A partir de aquí, en todo caso, la vicepresidenta económica del Gobierno anticipó que el objetivo es elevar la velocidad de ejecución de los fondos comunitarios hasta «alcanzar la velocidad crucero en 2022» aprovechando el empuje de la recuperación económica. Calviño, que de momento se resiste a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento del PIB para 2021, del 6,5%, y 2022, del 7%, pese a que economistas y analistas han rebajado ya estas cifras con fuerza, se limitó a sostener que la incertidumbre imperante comportará nuevas correcciones en las próximas semanas pero que lo importante es que la tendencia de fondo es un crecimiento económico que va «de menos a más».
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