El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022 presentado por el Gobierno de coalición logró este jueves vía libre para proseguir su tramitación parlamentaria. La mayoría del Congreso de los Diputados votó en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox, Junts per Catalunya, Ciudadanos, CUP, Coalición Canaria y Foro Asturias. Lo socios parlamentarios del Gobierno, sin embargo, aprovecharon el debate para advertir de que su apoyo definitivo a las cuentas estará condicionado a lograr nuevas concesiones.
Las enmiendas a la totalidad del Presupuesto, detalló la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, recibieron el apoyo de 156 diputados, frente al rechazo de 188 y la abstención de un único miembro de la Cámara Baja, habiendo participado en la votación 340 asistentes presenciales y cinco de manera telemática.
La defensa de las cuentas durante los dos días del debate ha corrido por cuenta de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que las definió como “indispensables” para encauzar la recuperación económica y aprovechar los fondos europeos. Para el Gobierno han sido claves los apoyos del bloque de investidura y en especial los de PNV, al que cede a cambio la gestión del ingreso mínimo vital en el País Vasco; y ERC, para el que eleva la cuota audiovisual catalana exigida a las plataformas multimedia, junto con el grupo de fuerzas regionalistas.
Pese a esta primera victoria, el Ejecutivo, en minoría parlamentaria, está lejos aún de tener asegurado el éxito de las cuentas. Tanto PNV como ERC han advertido que rechazar el bloqueo de los Presupuestos no equivale a darles luz verde y que el sentido final de su voto dependerá de que el Gobierno acepte sus aportaciones en las enmiendas parciales. Así, de una parte, la diputada del PNV Idoia Sagastizábal advirtió este jueves de que “falta un buen trecho para acordar los Presupuestos” de 2022 con su partido, aunque, recoge Efe, subrayó que su predisposición al diálogo “va a ser plena”. “Creemos que los Presupuestos tienen margen de mejora”, agregó, reclamando avances en la “agenda vasca” y las “nuevas inversiones transformadoras” que, a su parecer, han quedado “relegadas” en el caso vasco, especialmente, en infraestructuras ferroviarias como en aeroportuarias.
“El Gobierno deberá ganarse nuestros votos”, apuntó por su parte el portavoz de EH Bildu Óskar Matute, reclamando medidas adicionales que mejoren la vida de los vascos”, puesto que su oposición a las enmiendas a la totalidad no es “cheque en blanco”. “No se puede avanzar hacia una sociedad más justa con tasas de gente viviendo en la pobreza tan elevadas”, dijo, reprochando la “insostenible” tasa de paro juvenil. “No vamos a aceptar recortes ni endurecimiento en las pensiones”, concluyó, instando también a derogar la reforma laboral del PP.
Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, recordó al Gobierno de Pedro Sánchez que sus 13 votos son imprescindibles tanto para la aprobación definitiva de las cuentas como para agotar la legislatura. “Y no sé si les queda más gasolina en los motores para tanto viaje”, avisó, aseverando que la defensa del catalán –y potestad de fijar una mayor cuota del mismo en las plataformas audiovisuales que operan en España– será una de las condiciones que seguirán reclamando.
Superada esta primera prueba de fuego, las cuentas se estudiarán en ponencia, dentro de la Comisión de Presupuestos, que tiene hasta el 12 de noviembre para aprobar el informe. A partir de ese momento, la Comisión de Presupuestos debatirá el informe de la ponencia y las enmiendas al articulado, donde los grupos podrán incluir los cambios que consideren oportunos o que exijan a cambio de su aval.
La Comisión deberá elaborar un dictamen definitivo antes del 19 de noviembre, aprobarlo y remitirlo a un nuevo debate en el Pleno, entre el 22 y el 25 de noviembre, en el que los ministros presentan sus partidas, y se debaten y votan las enmiendas al articulado y las secciones que no hayan sido incorporadas en las fases anteriores y que los grupos hayan pedido mantener vivas, explica el Congreso.
El debate y votación se realiza diferenciando el articulado del proyecto y cada una de sus secciones. Si todas reciben el respaldo de la mayoría simple, más votos a favor que en contra, el proyecto de ley se remite al Senado, que tendrá un mes para validar las cuentas como tal o devolverlas al Congreso con los cambios que considere oportunos.
El calendario, por tanto, permitiría aprobar los Presupuestos antes de final de año a fin de que, de ser aprobados, puedan entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2022 sin necesidad de que las cuentas de 2021 sean prorrogadas temporalmente. El futuro del proyecto queda en manos ahora de la negociación enmienda a enmienda que el Gobierno mantendrá con el resto de grupos.
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