En su empeño por hacer llegar el crédito y estimular la economía real sin dañar (o haciéndolo lo menos posible) el negocio de la banca de la eurozona, el BCE compensa el castigo al dinero aparcado -el tipo de interés negativo del -0,5% que aplica al exceso de liquidez de la entidad de la eurozona- con préstamos ventajosos, los TLTRO, a los que solo tienen acceso las mismas entidades financieras.
Un estudio de la IÉSEG calcula que los bancos más beneficiados por «este sistema de compensación» son los italianos y los españoles, con un impacto neto positivo en 2021 de 3.212 millones de euros y 1.892 millones, respectivamente, para el conjunto de bancos de cada país.
Según esta estimación, firmada por Eric Dor, director de estudios económicos de la escuela de negocios francesa, los bancos de Luxemburgo y Alemania serían los más perjudicados, «aunque solo ligeramente», con pérdidas netas por estas medidas de política monetaria aplicadas por el BCE de 796 millones de euros y 566 millones, respectivamente. Para el conjunto de la eurozona, el estudio concluye que la ganancia sería de hasta casi 5.200 millones.
La dimensión de este impacto se contextualiza con las estimaciones de beneficio neto para 2021 de las entidades financieras. Respecto al sector español, se prevé que Santander cierre el ejercicio con unas ganancias de cerca de 6.900 millones de euros, frente a los 5.081 millones de 2020, mientras que BBVA superará 3.600 millones este ejercicio y CaixaBank también se acercará a esa cifra.
Eric Dor, de la IÉSEG, incide en el apoyo de los TLTRO para lograr estas cuentas, pero admite el daño que, al margen del castigo al exceso de liquidez, inflige al negocio de intermediación de la banca que el BCE mantenga los tipos de interés oficiales, de referencia, en mínimos históricos, en el 0%. Y alude a otros múltiples factores que han favorecido la mejora de los resultados: mayor volumen de actividad, ahorro de costes o incremento de las comisiones en otros servicios financieros.
Mientras, la banca, como gran tenedora de deuda pública, se viene beneficiando en los últimos años del volumen histórico de las compras de bonos soberanos por parte del propio del BCE en el mercado secundario, acelerado a niveles de emergencia como respuesta a la crisis del Covid, para evitar ahogar la recuperación económica.
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