La aceleración de la vacunación y el levantamiento de las restricciones están impulsado la actividad económica en España a un ritmo superior al previsto. El índice PMI del sector servicios español ha intensificado su recuperación y en mayo se expandió al ritmo más rápido desde agosto de 2015. Elaborado por IHS Markit, el indicador adelantado (se basa en una encuesta entre responsables de compras del sector empresarial) subió a 59,4 puntos desde el 54,6 de abril y por encima del 57,9 esperado. El alivio gradual de las limitaciones ha abierto la puerta tanto a la reapertura de negocios como a la revitalización de la demanda.
A la luz de estas cifras, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha actualizado sus previsiones de crecimiento económico para el segundo trimestre del año, apuntando a un alza del 1,5% en base al conjunto de indicadores adelantados conocidos. El martes, y tras conocer que mayo se saldó con la mayor caída de parados registrados de la serie histórica, la Airef ya había avanzado que estimaba un alza de PIB del 1,2% esta primavera, tras la caída del 0,5% en el primer trimestre del ejercicio y el cierre plano de 2020.
Con todo, la Airef matiza que sus cálculos son un mero anticipo de la cifra final de crecimiento del PIB basado únicamente en el 25% de la información estadística del segundo trimestre, que coge el 37,5% de la información de abril, otro tanto de mayo y aún ningún dato de junio. Sus estimaciones seguirán actualizándose en las próximas semanas.
Además del crecimiento de los servicios, el PMI manufacturero conocido hace unos días también avanzó a máximos desde 1998, con un resultado de 59,4 puntos desde los 57,7 de abril. Así, la actividad empresarial en España durante el pasado mes de mayo se aceleró hasta alcanzar su mejor lectura desde noviembre de 2006, según el índice compuesto de gerentes de compras (PMI), que subió a 59,2 puntos desde los 55,2 del mes anterior. «Los datos destacan que el sector (servicios) está preparado para un rápido crecimiento en los próximos meses, ya que los clientes y los consumidores están claramente interesados en volver a alguna forma de normalidad tras la pandemia», destacó Paul Smith, economista de IHS Markit.
La actividad de los servicios creció por segundo mes consecutivo, según Markit, gracias sobre todo al incremento de los nuevos pedidos, el mayor observado desde principios de 2018. Además, puesto que las ventas se reactivaron, «la capacidad estuvo relativamente bajo presión», acumulándose pedidos pendientes y llevando a las empresas a reclutar más personal. De este modo, el aumento neto del empleo privado fue el más pronunciado en más de dos años. También se registran presiones sobre los precios.
Más del 60% de las empresas encuestadas prevén un aumento de la actividad durante los próximos doce meses con respecto de los niveles actuales. «Las expectativas continúan estando respaldadas por proyecciones positivas de ventas y demanda a medida que se levantan las restricciones por el Covid-19 en concordancia con el esperado éxito de los programas de vacunación», apunta el informe.
Por otro lado, las fuertes presiones de los precios continuaron aumentando por los costes del combustible, el personal y los servicios públicos, mientras que las empresas señalaron que el sector industrial les está repercutiendo las presiones inflacionistas en sus cadenas de suministro. Así, los precios pagados aumentaron a su tasa más alta desde julio de 2008. Es por eso que las empresas reaccionaron elevando las tarifas cobradas al nivel más alto en más de dos años.
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