La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos hasta que no se consolide la recuperación económica y pide al Gobierno mantener la reforma laboral de 2012. La OCDE subraya que un alza fiscal ahora amenaza con «descarrilar» la economía y recomienda retrasarla, aunque cree que será obligado en un futuro por el mal estado de las cuentas públicas. En materia laboral, apuesta por dar flexibilidad a las empresas «para adaptarse a las cambiantes condiciones económicas».
La OCDE ha presentado hoy el Estudio Económico de España 2021. El documento advierte del elevado impacto de la crisis del coronavirus en la economía española. «Sigue habiendo mucha incertidumbre sobre el ritmo de la recuperación, y los efectos de la crisis varían entre sectores, empresas y trabajadores», apunta el documento. El organismo internacional refuta el alza fiscal que anunció la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hace un mes. Recomienda mantener una política fiscal expansionista «hasta que la recuperación esté encarrilada». La organización pide prolongar las medidas de apoyo, pero también hacerlas más focalizadas. Esta recomendación la hace, según el documento, «para evitar un descarrilamiento de la recuperación».
Sin embargo, la OCDE alerta del mal estado de las cuentas españolas, por lo que ve inevitable una subida de impuestos en el futuro. El organismo pide, en cualquier caso, que se acompañe con una contención y una revisión del gasto público. «Dado el elevado nivel de deuda pública, es necesario que, una vez encarrilada la recuperación, se anuncie una estrategia de consolidación fiscal a medio plazo para todos los niveles de la administración, con el objetivo de aportar credibilidad a la sostenibilidad fiscal», apunta el documento.
A su juicio, la composición y la eficiencia del gasto público pueden mejorarse con el objetivo de tener margen para aumentar la inversión pública a medio plazo. «Pese a la necesidad de reordenar las prioridades de gasto, no es habitual que se lleven a cabo revisiones del gasto», explica. «La falta de evaluación de las políticas, también en los niveles subnacionales de gobierno, puede ser un obstáculo para redirigir el gasto a usos más productivos», añade.
En materia laboral, la OCDE recomienda al Gobierno mantener la reforma laboral de 2012. En concreto, pide «mantener un mercado laboral flexible que permita a las empresas adaptarse a las cambiantes condiciones económicas». El organismo apuesta por dar prioridad a los convenios colectivos de empresa en detrimento de los sectoriales y regionales.
El club de los países desarrollados apunta a la dualidad como el principal problema del mercado laboral español. Para corregirla apunta que «el abanico de contratos a disposición de las empresas debe simplificarse y han de aclararse las condiciones en las que se puede recurrir a contratos temporales, como, por ejemplo, para empleos estacionales o de formación». Además, apuesta por que los incentivos a la contratación se dirijan a los grupos más vulnerables sean limitados en el tiempo. «También es preciso reforzar su vínculo con programas de formación, de tal forma que constituyan un peldaño para acceder a puestos de trabajo más estables», añade el documento.
El informe de la OCDE señala a las subidas del salario mínimo interprofesional (SMI) firmadas por el Gobierno de Sánchez. La organización considera que han sido «rápidas y acusadas» y que han afectado, especialmente, a los trabajadores jóvenes y a los menos cualificados. «El proceso de fijación del salario mínimo podría modificarse con la creación de una comisión independiente permanente, encargada de evaluar sus posibles efectos y elaborar recomendaciones que permitan una modificación gradual del salario mínimo en consonancia con la evolución de las condiciones del mercado laboral y de la productividad», recomienda en este aspecto.
Por otra parte, el documento apunta al sistema de pensiones como otro de los grandes desafíos para la economía española. En este apartado, sus recomendaciones consideran que la edad de jubilación podría vincularse a la esperanza de vida. La edad efectiva de jubilación puede seguir retrasándose desincentivando la jubilación anticipada e introduciendo nuevos incentivos para prolongar la vida laboral, por ejemplo, incrementando el número de períodos de cotización requeridos para cobrar la pensión íntegra. Estas medidas deberían ir acompañadas de otras encaminadas al reciclaje profesional de los trabajadores de más edad.
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