La abogacía es una de las profesiones liberales con más antigüedad y, sobre todo, donde el ejercicio profesional se desarrolla hasta una edad más avanzada. Prueba de ello es José Manuel Liaño Flores, quien con 100 años recién cumplidos es el abogado en activo más veterano de España. El pasado 15 noviembre el Colegio de Abogados de A Coruña felicitó por su centenario a este letrado que también ha sido exjuez y exalcalde de su ciudad. Liaño es padre y abuelo de letrados, con los que comparte actualmente el ejercicio de la profesión en su bufete.
En la actualidad, hay cerca de 4.600 abogados y abogadas mayores de 70 años que continúan atendiendo sus despachos y acudiendo a los tribunales. Son algo más del 3% del total de colegiados en toda España, 149.400 letrados que tienen una edad media de 48 años.
Desde diversas instituciones, se asegura que España necesita potenciar la permanencia de la población mayor de 65 años en el mercado laboral para hacer viable el sistema de pensiones. Las declaraciones del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luís Escrivá, reconociendo que «hace falta un cambio cultural en España» para trabajar cada vez más entre los 55 y los 75 años, no afectan especialmente a los abogados, que se caracterizan por tener una larga carrera profesional. En la actualidad más de 11.500 colegiados ejercientes superan los 65 años de edad, cerca del 8% del total de letrados.
Si hay un acto central en los 83 Colegios de la Abogacía, generalmente coincidiendo con la celebración de su festividad, es la entrega de diplomas y reconocimientos por las bodas de plata (25 años de ejercicio), de oro (50 años) y de platino (65 años ejerciendo) donde las instituciones colegiales rinden homenaje a los letrados con la trayectoria más larga dedicada a una profesión multisecular, como destaca el recientemente aprobado Estatuto General de la Abogacía.
Con las medidas sanitarias para evitar la propagación de la Covid 19, estos actos dejaron de celebrarse durante 2020 y buena parte de este año, pero en la actualidad las instituciones colegiales están volviendo a reconocer la actividad de sus letrados séniores. Incluso cuando se dejaron de realizar actos sociales multitudinarios por la pandemia, los once letrados sevillanos que cumplieron en 2020 sus bodas de oro en la profesión recibieron en su despacho la visita por sorpresa del decano del Colegio de Abogados de Sevilla, Óscar Cisneros.
El ejercicio de la abogacía ha cambiado mucho en pocos años pasando del letrado que ejercía en solitario, con el latín como segundo idioma y con cerca de cien tomos de jurisprudencia alicatando las paredes del despacho al abogado nativo digital, altamente especializado que trabaja en equipos multidisciplinares, dominando al menos dos idiomas, trabajando con las últimas tecnologías… Sin embargo y a pesar de esta evolución, la esencia de la profesión se sigue manteniendo: defender los derechos e intereses jurídicos de ciudadanos y empresas.
Juan Antonio de Lassaletta Bolta, con 78 años, es el presidente de la Comisión de Abogados Sénior del Colegio de la Abogacía de Barcelona. Estuvo ejerciendo hasta hace diez años como “letrado de confianza” y reconoce que cerró el despacho por los cambios legislativos y tecnológicos tan importantes “que obligaban a reciclarme y especializarme”.
Otros abogados menos longevos sí han conseguido incorporarse a las nuevas tecnologías. Eduard Antoni Chaveli, homenajeado tras cumplir 25 años de ejercicio en el Colegio de Valencia, reconoce que “somos abogados a caballo no solo entre dos siglos sino entre dos grandes mundos: el analógico y el digital. La profesión de abogado va a sufrir más cambios en estas dos próximas décadas que en los 200 años anteriores, y no podemos desconocerlo”.
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