El pleno del Congreso de los Diputados elegirá este jueves a los candidatos pactados por el PSOE y el PP para cubrir los puestos del Tribunal Constitucional y el Tribunal de Cuentas que habían caducado, así como al nuevo Defensor del Pueblo, que llevaba pendiente de renovación desde julio de 2017. De entrada, todo apunta a que todos los aspirantes reunirán los al menos 210 votos que necesitan para superar este trámite parlamentario, porque el PSOE, Unidas Podemos y el PP pueden llegar hasta los 242 escaños –teniendo en cuenta que Unidas Podemos aún no ha cubierto la vacante dejada por el ex diputado morado Alberto Rodríguez–.
Justamente 242 votos fue el apoyo que recabaron todos los aspirantes al TC y al fiscalizador la semana pasada cuando obtuvieron el aval de la Comisión de Nombramientos. En esa votación ‘ponderada’ en función de la representación de cada partido en el Pleno, no recibieron respaldo de ningún otro grupo. La votación para la elección de los miembros de estos órganos es secreta y se realiza habitualmente mediante papeleta y urna. Cada diputado escribe el nombre de los candidatos a los que respalda, por lo que no todos tienen por qué recabar el mismo apoyo.
Para este jueves la mesa del Congreso ha decidido que todas sus señorías voten telemáticamente con el fin de evitar aglomeraciones en el hemiciclo, pero el sistema será el mismo. Es decir, cada diputado deberá trasladar antes por escrito el nombre de los candidatos a los que quieren votar. Está por ver, por tanto, cuántos votos obtiene cada aspirante. Desde el PP, el PSOE y Unidas Podemos dan por hecho que el letrado de las Cortes Enrique Arnaldo, propuesto por los ‘populares’ para el TC, llegará a los 210 votos necesarios, pese a que ha sido cuestionado tanto por los socialistas como por Unidas Podemos por las irregularidades en las que habría incurrido según han publicado varios medios.
El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha admitido este miércoles que no le gustan «algunos candidatos» del PP para el alto tribunal, pero ha garantizado que socialistas y morados actuarán con «responsabilidad» sin poner en peligro el pacto con los ‘populares’. Así ocurrió en la Comisión de Nombramientos. El diputado socialista Odón Elorza sometió a Arnaldo a un duro interrogatorio y después, como sus compañeros de Unidas Podemos, le dio su aval de idoneidad. Elorza, que ya no intervendrá este jueves ante el Pleno, ha reconocido que él y muchos otros socialistas votarán «con una pinza en la nariz».
La vicepresidenta tercera del Congreso, Gloria Elizo, y la diputada canaria Meri Pita, ambas de Podemos, también han cuestionado las candidaturas de Arnaldo y Concepción Espejel, recusada en el ‘caso Gürtel’ por su vinculación al PP. Otros, como el vasco Roberto Uriarte han avanzado que votarán «el mal menor». La consigna general en el PSOE y Unidas Podemos es que serán responsables para acabar con el bloqueo en estas renovaciones y para no dar excusas al PP para seguir negándose a relevar a los miembros del Consejo General del Poder Judicial, que en diciembre cumplirán cuatro años en funciones.
Por ejemplo, si a Arnaldo le votaran sólo los diputados de los dos principales partidos, obtendría 208, quedando a dos del mínimo necesario, que sí podría alcanzar con el apoyo de UPN y Foro Asturias, sin necesidad de contar con los ‘morados’, aunque sería una operación muy arriesgada por lo ajustado de los números.
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