El Gobierno espera aprobar el límite de gasto no financiero, conocido como ‘techo de gasto’, a lo largo del mes de julio y dejar así preparado el terreno sobre el que diseñar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, que espera presentar en septiembre, siguiendo los plazos habituales, para su entrada en vigor el 1 de enero del próximo año. Así lo indicaron fuentes del Ejecutivo, que señalaron que «posiblemente» el ‘techo de gasto’ sea aprobado en Consejo de Ministros en julio, aunque, de no hacerlo, quedaría aplazado a septiembre.
El ‘techo de gasto’ es aprobado cada año por el Consejo de Ministros para establecer el límite de gasto sobre el que posteriormente serán diseñados los Presupuestos Generales del Estado, por lo que es considerado la antesala de la posterior tramitación presupuestaria. Para la elaboración de los Presupuestos de 2022 el Gobierno tendrá en cuenta tanto la entrada de los fondos europeos Next Generation, que servirán para ejecutar el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, como el mantenimiento por parte de la Comisión Europea de la suspensión de las reglas fiscales, que ha permitido a los países miembro incumplir los objetivos de déficit y deuda anteriores a la crisis de la Covid-19.
De esta forma, los objetivos de déficit y deuda seguirán sin ser de obligado cumplimiento por tercer año consecutivo, con el objetivo de permitir a los países un mayor margen fiscal para estimular la economía y terminar de hacer frente a la crisis sanitaria y económica de la Covid-19. Ante la ausencia de objetivos de déficit y deuda de obligatorio cumplimiento, una vez el Consejo de Ministros apruebe el ‘techo de gasto’ podrá presentarlo en el Congreso de los Diputados a modo informativo, ya que este elemento de la estabilidad presupuestaria no requiere ser votado por las Cámaras, algo que sí sucede con los objetivos de estabilidad.
En cualquier caso, las previsiones realizadas por el Gobierno en abril estiman que el déficit público se reducirá en 2022 al 5%, desde el 8,4% con el que prevé cerrar 2021, mientras que en el caso de la deuda espera que se reduzca del 120% de 2020 al 119,5% en 2021 y al 115,1% en 2022. Por otro lado, fuentes del Ministerio de Hacienda señalaron que la intención del Ejecutivo es presentar los Presupuestos de 2022 según el calendario ordinario, en septiembre, para que su tramitación parlamentaria se desarrolle en el último trimestre del año y las nuevas cuentas públicas entren en vigor el 1 de enero.
De cumplir estos plazos, sería la primera vez desde 2016 en la que los Presupuestos son aprobados en los tiempos establecidos por la Constitución, cuyo artículo 134 establece que el proyecto de PGE debe presentarse al Congreso de los Diputados «al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior», o lo que es lo mismo, antes de finalizar septiembre.
En concreto, las cuentas de 2017 y 2018, durante el Gobierno de Mariano Rajoy, fueron tramitadas ya con el ejercicio correspondiente en curso, mientras que en 2019 y 2020 no llegó a haber unas cuentas públicas nuevas, ya que en 2019 el proyecto presentado por el Gobierno entonces monocolor del PSOE fue rechazado por el Congreso y en 2020 ni siquiera llegaron a presentar unas cuentas.
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