Reino Unido ha cambiado esta tarde su criterio y ha abierto la mano al pasar a Baleares, Malta y Madeira de la lista ámbar a la verde, lo que significa que cualquier turista británico podrá viajar desde el 30 de junio a esos tres destinos sin tener que guardar cuarentena a la vuelta. No deberá traer una PCR a la entrada a España, siempre que no haya viajado a otro país en los 14 días anteriores al viaje, pero sí deberá realizarse otras dos PCR a la vuelta. Esos tres destinos se convertirán, por ahora, en los únicos en Europa en recibir turistas británicos este verano y la reacción por parte de la industria fue inmediata.
Los turoperadores, como TUI o Jet2 empezaron a organizar sus paquetes turísticos, mientras que las aerolíneas también aceleraron la venta de asientos a Baleares. También las grandes cadenas hoteleras, como Meliá, Barceló, Riu o Iberostar, relanzarán sus ventas ante el aluvión de reservas que esperan, toda vez que Baleares es uno de los destinos a los que podrán viajar los británicos sin cuarentena y que los otros dos (Malta y Madeira) tienen una capacidad hotelera muy limitada.
En esta última revisión no ha entrado Canarias que, al igual que Baleares, quería que Reino Unido diferenciará la buena situación sanitaria de los archipiélagos frente a la peor de la Península. Una situación que ha cambiado en las últimas semanas por los rebrotes en la isla de Tenerife, que han llevado a tener una situación epidemiológica peor que la media de España. En consecuencia, pasará este sábado a nivel 3, lo que significa que solo permitirá reuniones ce cuatro personas del mismo grupo de convivencia como máximo y el cierre de la hostelería a las 23.00.
Ese balón de oxígeno de Reino Unido hacia países como España, muy dependientes del turismo internacional, puede acabar pinchando en breve por la presión del eje francoalemán. En la reunión de líderes europeos en Bruselas, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron instaron al resto de países europeos a pactar una estrategia común para combatir la erradicación de nuevas variantes del coronavirus como la delta, con origen en India, pero que ya se ha vuelto dominante en otros países, como Reino Unido.
La disparidad de criterios entre los socios comunitarios es evidente. Mientras que la UE levantó las restricciones para viajar a 13 países extracomunitarios, entre los que no estaba Reino Unido, la respuesta particular de cada país ha sido muy distintas. Mientras que Portugal y España no han puesto ningún límite a la llegada de viajeros desde Reino Unido, Francia o Alemania sí exigen cuarentena a los británicos que viajen a sus países, lo que de facto supone vetar su llegada.
En el otro lado, Reino Unido baraja la posibilidad de dejar viajar sin restricciones a los 32 millones de personas (en torno al 60% de la población susceptible de ser vacunada) que tienen la pauta completa y que, por lo tanto, tienen un nivel de inmunización que les protege frente a la variante delta. Una decisión que podría servir para reactivar de forma definitiva los viajes de los británicos a los grandes destinos de sol y playa como España, Italia, Grecia o Portugal.
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