La progresiva recuperación de la actividad, ligada a la campaña de vacunación y a la menor incidencia del coronavirus está dejando huella en el mercado laboral, que ha vivido en mayo uno de los mejores meses de los últimos años. El número de desempleados registrados en los registros públicos de empleo (SEPE) disminuyó en 129.378 personas en mayo, el mayor recorte de la serie histórica que comenzó en 1996.
Las cifras de creación de empleo muestran, con menos estridencias, una tendencia muy positiva, impulsada por la recuperación de la actividad en algunas áreas como la hostelería, pero con cifras positivas en el conjunto de los sectores. La Seguridad Social ganó en mayo una media de 211.923 cotizantes respecto al mes de abril (una subida del 1,1%). Es la mayor creación de empleo en un mes desde mayo de 2018, y ha estado acelerada por el fin del estado de alarma. De hecho, en la segunda y tercera semanas (tras levantarse la situación excepcional) el ritmo de creación de empleo duplicó a la de la última semana del mes.
Se recuperan así los niveles absolutos de empleo previo a la pandemia: 19,27 millones de afiliados que superan los niveles de febrero de 2020. En términos desestacionalizados y corregidos de calendario, el sistema ganó 45.434 cotizantes en mayo en la mejor cifra desde noviembre. Este indicador se suele considerar por los economistas el mejor termómetro del mercado laboral, y con estos ajustes la afiliación no recupera el nivel previo a la pandemia, y quedarían 141.000 empleos por recuperar con esta medición. En el último año la Seguridad Social ha ganado 711.092 afiliados en valores medios (+3,8%).
En paralelo a la creación de nuevos empleos, la economía sigue absorbiendo trabajadores en suspensión de actividad. En el mes de mayo han salido de los ERTE 95.439 empleados, quedando aún 542.142 con suspensiones totales (373.480) o parciales (168.662) de la actividad. Es, lógicamente, el nivel de empleados en ERTE más bajo desde el inicio de la pandemia, y se han recuperado el 85% de los hasta 3,6 millones de trabajadores que llegaron a estar en suspensión.
«El avance de la campaña de vacunación y la relajación de las restricciones administrativas para luchar contra la pandemia han contribuido a este nuevo descenso», señala el ministerio de Inclusión en una nota. Queda pendiente, eso sí, la recuperación de este medio millón de empleos, en particular los 373.000 en ERTE total, concentrados en hostelería y, en menor medida, comercio, que cuentan como trabajadores en las cifras de la Seguridad Social.
La desescalada se nota en cómo se ha repartido el empleo nuevo. La hostelería ha aumentado el número de afiliados en un 6,13% en solamente un mes, sumando 62.885 nóminas al mercado laboral. Ningún otro sector crece, ni por asomo, a tal velocidad. Los datos son también positivos en la construcción (1,59% más de empleo, 14.000 personas), comercio, industria y actividades administrativas, epígrafes que aportan en torno a 14.000 personas al mercado laboral. Todas las categorías de actividad destacadas por la Seguridad Social presentan crecimiento del empleo. También aumenta el empleo autónomo en unas 15.000 personas.
Similar lectura ofrece la segmentación por provincias: crece el empleo en 50 de 52 territorios, con la única excepción de Almería y Huelva (pierden 533 y nueve afiliados, respectivamente). Y la recuperación avanza rápida en Baleares, una de las comunidades más castigadas. Allí la afiliación aumenta un 5,51% mensual, 25.000 personas, ante la progresiva reactivación del turismo ligada a la vacunación. Con todo, las comunidades que más tiran de la contratación, en términos absolutos, son Cataluña, con 37.000 nuevos contratos (1,1% más) y Andalucía, con 33.700 (1,08%). Madrid crea empleo, 20.000 afiliados, pero a un ritmo lento (0,63% mensual), y destaca el fuerte aumento de la afiliación en Murcia, con 14.000 nuevos empleos, el 2,35% más.
Donde el mercado no arranca es, por el contrario, en las islas Canarias, que solo crean 3.684 empleos en el mes. Es la comunidad donde menos crece la afiliación, apenas un 0,48%. El cierre del mercado de turistas británicos (deben hacer cuarentena al regresar a su país) sigue pesando sobre el archipiélago. Canarias es, de hecho, la segunda comunidad con más empleados en ERTE de suspensión total de actividad: 65.566 por los 74.539 de Cataluña (que tiene casi cinco veces más afiliados) o los 57.000 de Madrid. Por áreas de actividad, quedan en ERTE con suspensión total de actividad casi 200.000 trabajadores en servicios de alojamiento y en servicios de comidas y bebidas, más de la mitad de los trabajadores en ERTE total. Otros 14.000 empleados de agencias de viajes están con el empleo suspendido, más 11.000 en transporte aéreo, unos 40.000 en el comercio y 13.000 en actividades recreativas y deportivas.
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