El Banco de España ha emitido un informe advirtiendo de que la afiliación efectiva (resta del total de afiliados menos los trabajadores afectados por Erte) a la Seguridad Social repuntó debido al descenso de trabajadores en Erte, que a mediados de mayo eran algo menos de 600.000. El dato que lanza el banco central español corrige la afirmación que hizo el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en su cuenta de Twitter: «ayer [el 24 de mayo] se superó el nivel de afiliados a la Seguridad Social que había antes de la crisis de la Covid-19». Para justificar la recuperación, Escrivá solo contó con la afiliación total y no desgranó el número de trabajadores en Erte de los 19.356.009 que expuso.
El Banco de España advirtió a finales de marzo de que la efectividad de los Ertes era menor conforme se alargaba la crisis. En este sentido, expusieron que era más complicado facilitar la vuelta al empleo de los trabajadores en contraposición de las primeras semanas tras el confinamiento domiciliario, cuando tuvo gran utilidad. Casi dos meses después, en una entrevista Onda Cero, Escrivá claudica ante el vaticinio del Banco de España sobre la pérdida de efectividad de los Ertes y habla de retirar la protección en los sectores que están recuperando la actividad. La iniciativa que pretende tomar ahora el ministro pasa por incentivar la creación de empleo y lo argumenta diciendo que «en los mismos sectores en los que se crea empleo, los que están en Erte, salen a un ritmo mucho más lento».
El Banco de España recalcó la importancia de las políticas económicas y reclamó implantar, de forma «ágil y flexible», medidas de apoyo a la solvencia empresarial. «Las medidas de apoyo a la liquidez han sido efectivas para evitar una oleada de quiebras», recoge el informe. Los sectores productivos han cubierto la mayoría de sus necesidades de liquidez con préstamos bancarios: ha aumentado el crédito de forma general, con especial atención a los sectores muy afectados. Por su parte, los avales del ICO han desempeñado un papel muy relevante a la hora de financiar las necesidades de liquidez empresariales. Por el deterioro financiero de las empresas, más el descenso de los ingresos futuros previstos, el número de sociedades con riesgo de ser inviables. El Banco de España muestra la utilidad de los avales públicos y las moratorias, pero advierte de que los activos dudosos pueden aflorar de nuevo conforme se agoten los efectos.
La persistencia de la crisis ha aumentado la vulnerabilidad financiera de las empresas, generando nuevos riesgos para la recuperación: el sobreendeudamiento que limita la inversión, las quiebras y destrucción de empleo y tejido productivo, así como la posible situación extrema de contracción de oferta de crédito. Para ello, el banco central propone maximizar la efectividad de los fondos y minimizar riesgos de asignación subóptima, recalibrar el programa (cantidad y asignación entre distintas herramientas), si se percibe la necesidad de adaptación, así como complementar estas medidas con otras de fomento de las recapitalizaciones privadas.
Los sectores con interacción social han sido los que mayor impacto han recibido durante la pandemia. El turismo, debido a su elevado peso en la estructura productiva y en el empleo, incide sensiblemente en la economía española. En 2019, el último año precrisis, el peso del turismo superó el 12% del PIB y de empleo. Las últimas expectativas del banco central español apuntan al crecimiento de reservas hoteleras cubierto por el turista nacional y a un turismo no residente «rezagado», especialmente el británico.
Durante 2020, España sufrió una caída de llegadas turísticas cercana al 80%, algo que condicionó la caída del PIB por razones obvias. De igual manera, la caída de las exportaciones turísticas explicó una proporción relevante del descenso del PIB en 2020 (cerca de una tercera parte). El turismo patrio, por su parte, no pudo sostener la caída. El gasto en turismo nacional, tras varios años colocándose sobre el 2,5% del PIB, se desplomó un punto, hasta el 1,5% del PIB.
Para el inicio de 2021, el turismo extranjero continúa en niveles muy reducidos, con caídas del 90% de las llegadas y del gasto de los turistas extranjeros en comparación con sus niveles en el mismo período de 2019. No obstante, se anticipa una recuperación para el segundo semestre del año. La campaña de vacunación y el implante del pasaporte de vacunación europeo favorecerán la reactivación. El turismo, en gran medida, dependerá del comportamiento en la temporada estival.
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